Luego de los múltiples incidentes protagonizados por el actual avión de transporte de la Presidencia Argentina, un Boeing 757-23A adquirido durante la presidencia de Carlos Menem, se decidió su reemplazo por una aeronave que a prima facie no sería la más apropiada para este tipo de cometido. El elegido para reemplazar al T-01 (Tango 01) es el Lineage 1000, una aeronave configurada en forma ejecutiva para 19 pasajeros y fabricada por la empresa brasileña Embraer.
Además de proveer al gobierno argentino de un nuevo avión, existiría la posibilidad de venta de aviones de Embraer al mercado argentino y la posibilidad de desarrollo de proyectos aeronáuticos en conjunto entre el Ministerio de Defensa argentino y Embraer.
El costo del Lineage 1000 para un comprador estatal es de aproximadamente 43 millones de dólares. Esta monto se pagará mediante una reasignación de partidas presupuestarias, la primera del año (esto ocurrió en marzo) y el responsable de la reasignación fue Alberto Fernandez, jefe de Gabinete, de esta forma estranó los “super poderes”.
La cabina está dividida en cinco zonas, que en diferentes configuraciones pueden aportar hasta la comodidad de una cama. Se trata del modelo ejecutivo de lujo del Embraer 190, que en su versión comercial puede transportar un centenar de pasajeros. El alcance de 8000 kilómetros sin reabastecimiento no permitiría, al igual que en el caso del actual Tango 01, un salto sin escalas a Europa.